domingo, 14 de diciembre de 2008

Capítulo IV: El mercado (los grandes chefs en un mundo de carne picada)




Tras una larga pausa debida a circunstancias ajenas a nuestra voluntad, regresamos con un nuevo capítulo de la Teoría del Solomillo, en el que trataremos de obtener una posible respuesta a la gran cuestión que se nos plantea cuando afrontamos nuestra aventura en el “mercado”.


Durante la búsqueda en el mercado, nos enfrentamos a uno de nuestros mayores temores, y resulta obvio que vencer nuestros recelos no es algo banal, más si tenemos en cuenta que cuando nos encontramos frente a una mujer (caso de los autores) estamos delante del brillante colofón de millones de años de evolución, que han dado lugar al organismo más extraordinario, hermoso, y repleto de asombrosos ajustes y sutiles refinamientos del planeta. Por tanto, para encontrar lo que busca, todo gran chef tiene que despojarse de esas dudas, y ser capaz de desplegar todo su buen hacer, manteniendo sea cual sea el resultado de su búsqueda, su ánimo intacto, puesto que más tarde o más temprano su cuidado trabajo obtendrá sus frutos.


Para llegar a conseguir esto, resulta obvio que todo chef debe necesariamente haber superado un proceso de formación, que se desarrolla de manera particular en cada uno, y cuya duración depende igualmente de cada caso, ya que entraña ciertos riesgos el buscar en el mercado actual. Estos riesgos, son ciertamente considerables en cantidad, y como hemos perfilado anteriormente, dependen en gran medida de la percepción de cada cocinero (donde uno ve mil peligros otro no percibe ninguno) sin embargo, podemos esclarecer dos de los más capitales:


- Una receta demasiado complicada: existe la posibilidad de que tratemos de preparar un plato demasiado elaborado para nuestras habilidades, y por tanto fracasemos. Este hecho es algo natural en el proceso de crecimiento de todo chef, y desde luego con cada fiasco culinario se obtiene una enorme experiencia para futuras recetas. También puede que acontezca que no somos el chef adecuado para preparar un plato con los ingredientes que pretendemos, algo que un gran chef debe admitir con naturalidad, y seguir buscando. Un buen cocinero se percata cuando no es recibido como él espera en la cocina, y debe retirarse, sabiendo que esto le servirá para ser mejor en la preparación de futuros platos.


- No encontramos los ingredientes que buscamos: también puede ocurrir que tras buscar en el mercado no encontremos exactamente lo que buscamos. Esto se puede resolver, bien ampliando los mercados de búsqueda, bien variando nuestra receta inicial. Esta segunda opción, puede resultar un fiasco si el chef pretende preparar la idea original, aunque en ocasiones llega a conseguir un plato más excelso y sorprendente que el que pretendía.


El salir al mercado es un arte complicado, que multitud de chefs no dominan como deberían, y observan como otros cocineros más avezados entre el gentío de los puestos se les adelantan, y obtienen los ingredientes que ellos estaban buscando. Además, es importante recordar que el salir al mercado no es únicamente cuestión de buscar, sino también de saber ser encontrado.


Aunque cualquier círculo social es en sí mismo un mercado, donde hay ingredientes de todas las clases y calidades, los chefs siempre van a tender a buscar en un mercado de confianza, donde siempre han encontrado los ingredientes que más se adaptan a su cocina. El mercado habitual suele ser sello de garantía, aunque como hemos ya apuntado, este mercado necesita renovarse, y que de vez en cuando entren nuevos distribuidores y nuevos chefs, con el fin de ampliar y variar la oferta.
Por otra parte, resulta incuestionable que debido a la actual falta de tiempo e imaginación, se tiende a buscar ingredientes en las grandes superficies, impersonales y automatizadas, que desde luego no tienen el encanto del mercado. Los grandes chefs, que siempre exigen la más alta calidad en todos sus ingredientes, y que gustan de realizar una minuciosa selección de los mismos, no van ha encontrar lo que buscan en estos establecimientos de gran superficie, donde los elementos necesarios para sus platos se encuentran envasados y expuestos en grandes estanterías, resultando imposible saber de sus cualidades organolépticas antes de intentar prepararlos.
Actualmente, los establecimientos de este tipo son los más habituales y concurridos, ya que los platos precocinados y de sencilla y rápida elaboración están muy en boga, siendo además el lugar preferido por los “cocinillas” (capítulo III), por lo que es corriente que los grandes chefs se sientan un poco fuera de lugar y no acudan habitualmente a este mercado. Sin embargo, puede darse el caso de que encontremos chefs en estas grandes superficies, ya que puede que les haya apetecido preparar algo rápido y sencillo en ese momento, y además, siempre existe la posibilidad de que aparezcan los ingredientes que buscamos.


Como conclusión de este capítulo cuarto, podemos decir que el mercado es enormemente complicado, y por supuesto resulta imposible para estos autores el desentrañar sus innumerables misterios en esta breve aproximación, ya que tratar de explicar algo tan impredecible, sutil, complejo y hermoso escapa a toda lógica.

5 comentarios:

Estela dijo...

Estoy de acuerdo que el mercado es un sello de garantía aunque siempre puede encontrarse algún ingrediente que no esté en buen estado. Por otra parte, hay que decir que aunque en las grandes superficies es más difícil, a mi modo de ver, encontrar productos de buena calidad; hay zonas donde se puede conseguir buenisimos ingrediantes (vease delicatesse...) Y cuando das con estas maravillas en las grandes superficies el chef se queda asombrado por el descubrimiento

Alberto dijo...

hola que tal, creo que este último capítulo necesita una traducción digna de la calidad de este blog, desde el punto de vista de alguien más cercano al cocinillas que a los grandes chefs autores de esta publicación:

"Una receta demasiado complicada: existe la posibilidad de que tratemos de preparar un plato demasiado elaborado para nuestras habilidades, y por tanto fracasemos"
Esto más o menos quiere decir que le entramos a un pibón y nos da patadón, un buen cocinillas no deja que le den patadón, ¿que coño se piensan los solomillos que son para dar patadones a nadie?

"No encontramos los ingredientes que buscamos: también puede ocurrir que tras buscar en el mercado no encontremos exactamente lo que buscamos. Esto se puede resolver, bien ampliando los mercados de búsqueda, bien variando nuestra receta inicial"
Saliendo escaldado del patadón anterior, decidimos bajar nuestras pretensiones y en lugar de ir a por otro pibón decidimos ir a por alguno de lo orcos que la rodean.Como los cocinillas hemos probado la comida rápida(mujer, soltera, libre,llamativa a primera vista, sólo hablas con ella por lo buena que está, puede ser premio nobel pero eso lo averiguaras la segunda cita si la hay, dispuesta, una noche, aquí te pillo a aquí te mato...)optamos por dejar los orcos a los grandes chefs para ver si en la primera media hora encuentran a la mujer de su vida.

"El salir al mercado es un arte complicado, que multitud de chefs no dominan como deberían, y observan como otros cocineros más avezados entre el gentío de los puestos se les adelantan, y obtienen los ingredientes que ellos estaban buscando"
Esto quiere decir que mientras el cocinillas se queda con el pibón (que puede ser premio nobel),el gran chef cuidan de los orcos que acompañaban al pibon, y cuando digo cuida me refiero a permanecer a una distancia equidistante entre el grupo de orcos que cuchichea y el cocinillas y la pibón que se alejan cada vez más.(simil culinario dedicado a los autores, Pibón=solomillo de vaca argentina.
Orcos=patatas congeladas que te ponen de guarnición en los antros de mala muerte)

"salir al mercado no es únicamente cuestión de buscar, sino también de saber ser encontrado."
esto puede tener varias interpretaciones, basicamete quiere decir que después del patadón del pibón, del intento de ligar con los orcos,de que el coinillas se quede con el pibón... pues nos encomendamos a la dibina providencia a ver si somos observados por aguna fémina cercana que nos haga un favor.

"El mercado habitual suele ser sello de garantía, aunque como hemos ya apuntado, este mercado necesita renovarse, y que de vez en cuando entren nuevos distribuidores y nuevos chefs, con el fin de ampliar y variar la oferta."
más o menos viene a decir que más vale fea conocida que pibón por descubrir

"se tiende a buscar ingredientes en las grandes superficies, impersonales y automatizadas, que desde luego no tienen el encanto del mercado"
habeis oido hablar del rincón del gourmet?? está en la gran superficie más famosa de este pais, está bien lo del encanto del mercado pero e quedo con el pibón que te ofrece paté en el corte igles que la pescadera del mercado (con todo el respeto para las pescaderas,co las que yo no tendré ningún problema en congeniar una vez e despojen de los aparejos de trabajo).Un ejemplo el chuletón más caro disponible a la venta, es un chuletón de vaca irlandesa y sólo está disponible en una gran superficie como es hipercor.

Bueno creo que con esto es bastante por hoy, un saludo desde aquí a todos los cocinillas que nos comemos las migajas que los grandes chefs nos permiten

Un besin.

Anónimo dijo...

Me imagino Map, que te refieres al fasmoso chuletón irlandés lleno a rebosar de toxinas altamente cancerígenas... En fin, tergiversar las palabras escritas y darles la vuelta para que digan lo que no se pretende, es tan fácil que hasta yo puedo hacerlo si me lo propongo...

Anónimo dijo...

De todas formas todo el mundo, y digo todo el mundo, sin menciones especiales, habla mucho pero practica poco no?? O quizás menos de lo que habla. Y mira que yo no soy el más indicado para decir algo así, pero...

Mapache, divina es con v... y gracias por el piropo corazón.

Alberto dijo...

uyuyuyyuyuy por partes...en primer lugar gracias bruno por la corrección pero se trató de un fallo mecanográfico no ortografico, y de que piropo hablas??
En segundo lugar yo no tergiverso nadam yo únicamente doy la opinión que me merece lo que en el blog se explica, y eso es posible gracias al bonito lenguaje figurado con similitudes culinarias que da lugar a una interpretación personal de cada uno, una vez leido el mencionado blog, de hecho en el encabezamiento de mi blog pone que es mi opinión ("punto de vista...") para nada pretendo tergiversar las palabras de los autores de este blog. Y me remito a los demas capítulos y a sus respectivos comentarios para demostrar que todo el mundo da su opinión sin ninguna intención de tergiversar nada.
un saludo