jueves, 9 de octubre de 2008

Capítulo I: Las hamburguesas (El paradigma de la fast-food)

Las hamburguesas, paradigma del genuino y poco saludable fast-food, son la tendencia más habitual en la sociedad actual. Nuestro ritmo de vida frenético y una preocupante pérdida de la personalidad individual frente a la corriente general, hacen que ni siquiera nos planteemos el pararnos a saborear y deleitarnos con una larga relación, sino que vamos a lo rápido y sencillo, simple y llanamente a saciar el hambre.

En el estilo de las hamburguesas hay de todo, desde la Royal Deluxe realmente apetitosa (y que puede ser todo un triunfo, no lo negamos) a la regular de 1€ (comer por comer). Sin embargo ambas tienen algo fundamental en común: que no dejan de ser carne picada. Este elemento en común, nos plantea ciertas cuestiones preocupantes en lo referente a las hamburguesas:

- la primera de ellas es que a saber con qué tipo de carne están hechas. Es decir, podemos estar seguros de que no es carne de la mejor calidad, y puestos a pensar mal, ni siquiera podemos saber de que animal proviene…

-La segunda es que se trata de algo accesible a cualquier cocinero. Volvemos a lo ya analizado, el comportamiento individual se ve reducido al mínimo, agobiado por un opresivo guión marcado por las tendencias de la sociedad actual.

Sin embargo, los grandes chefs rehúyen este tipo de comida, ya que, sabedores de sus bastos conocimientos culinarios, y de su buen hacer en los fogones, lo tienen todo dispuesto en la cocina para hacer un buen solomillo, con todos sus matices sensoriales, y con el que se alcanzará un altísimo grado de satisfacción (pasos para prepararlo en el capítulo siguiente).

Hemos de tener presente, que para un cocinero que aspira a las estrellas Michelin, dedicarse a preparar hamburguesas en un grasiento restaurante de comida rápida resulta una enorme decepción, y no sólo esto, sino que sabe que más que saciar el hambre que pueda tener (que no negamos que la tenga), está seguro que si se alimenta de hamburguesas le resultarán indigestas e insípidas, no las disfruta. Para él resulta una frustración comer hamburguesa, cuando sus capacidades le permitirían preparar el más suculento solomillo, justo en su punto.

Partiendo de esta base, ya se va vislumbrando por donde va nuestra teoría, aunque los capítulos siguientes completan este primero. Este capítulo lo dejaremos aquí para no ir desvelando acontecimientos. Hasta la semana que viene.

Bon apettit!

7 comentarios:

María J dijo...

Oh - my - God - ! - ! - !

Anónimo dijo...

Me gusta vuestra idea, ánimo chicos. Yo sólo digo que las hamburguesas no quitan el hambre, eso es falso, luego sigues teniendo el mismo hambre o más porque te has crecido, y eso que yo no soy un entendido en hamburguesas. Pero no por eso vamos a despreciarlas, todo el mundo ha saboreado alguna vez su sabor y sabemos que resultan más económicas y prácticas en algunas ocasiones. Un día es un día y no se nos va a descontrolar el colesterol. Y además siempre se toman con unos buenos amigos al lado.

Aún con todo, yo me reafirmo en mis preferencias por el solomillo, al punto gracias. ¿Con guarnición? Sí por favor.

Unknown dijo...

no me lo puedo creer!!!
lo que faltaba!lo habeis hecho para que más gente os apoye?
yo no digo que las hamburguesas sean mejor que los solomillos. Nadie desprecia un buen solomillo, pero vamos creo que las hamburguesas son buenas, e importantes en la vida de una pesona. Que flipaos!
ABRID VUESTRAS MENTES!!

Anónimo dijo...

Para saber apreciar el sabor de un buen solomillo habrá que probar antes alguna hamburguesa, no creeis? Porque sino no creo que sepáis valorarlo...

...y no es por nada pero de vez en cuando hay que alimentarse, y no sólo existe el solomillo o las hamburguesas, entre medias hay muchas más carnes... y estan preparadas de muchas maneras...

Anónimo dijo...

Esto es un simple experimento para plasmar una idea, y como tal está en constante evolución. Por supuesto que las hamburguesas tienen su importancia, nadie niega eso. Es obvio que para apreciar el solomillo hace falta saber lo que es una hamburguesa. Nosotros sólo expresamos el sentimiento de llegar al estadio de alta cocina.

Anónimo dijo...

Esta teoría no es para desprestigiar a la hamburguesas ni mucho menos. Nadie dice que sean malas.

Nosotros sólo queremos dar a conocer nuestra visión de que se puede ir directamente a por un solomillo, porque uno espera y desea lo mejor y sólo lo mejor. Que no quita que uno tenga un día "perrete" y se coma una hamburguesa porque le apetece.

De todas formas, y por llevar la contraria como me es habitual. Las hamburguesas son buenas, pero no son importantes. Y no tiene nada que ver el sabor de una hamburguesa con el de un solomillo. Para valorar un buen solomillo habrá que comer antes solomillos chamuscaos o ternera de segunda, pero no hamburguesas (que se pueden comer, repito, no me parece mal).

Lo de que entre medias hay más carnes, me gustaría hablarlo y estudiarlo, me parece interesante. Y si la gente nos apoya será por algo, nosotros solo publicamos nuestra teoría y esperamos apoyos y detractores.

Anónimo dijo...

ALeeeee!!parece mentira q dos tios digas esto!!!jejeje no me lo creo!!

Una buena hamburguesa, bien hecha con sus patatas y cerveza, te va a saciar mejor q muchos de los mejores solomillos con la mejor guarnición!!y tal como esta la economia...la hamburguesa te va sacar de muchos mas apuros hasta q nos podamos permitir un buen solomillo!!